jueves, 21 de mayo de 2009

ATÓNITA MANERA


Atónita manera,
la de anidar tus manos con mis manos
en mi mitad gaviota, inadecuada,
migratoria de ritos,
y de posarme en ti y pedir clemencia.
Ocelote de tímpanos ingrávidos
de esporádica y súbita mirada
emboscado en tu piel como horizonte
de persuasivos gestos.

Atónita manera,
la de ensillar tus ojos con mis ojos
y galopar los párpados de un sueño
de palabras sin límite,
remontando el oráculo hasta el iris
del gesto inhabitual con que me ignoras.
Arquetípica zarpa de pantera
acolchada de noche, siendo garra
que descarna y desnuda.

Tras el fiero animal que de tu selva inhóspita me excluye
late un labio incendiado de explícita libélula impaciente.

miércoles, 20 de mayo de 2009

XXXIII JUSTAS POÉTICAS DE LA UNIÓN ARTÍSTICA VALLISOLETANA

Recibiendo la flor natural de manos de la representante de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid
(Foto: María Jesús Vielva)

El martes 20 de Mayo recibí de manos de la representante de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, el 1º Premio de Poesía del las XXXIII JUSTAS POÉTICAS que convoca la UNIÓN ARTÍSTICA VALLISOLETANA por mi poemario "Piel de adobe"; sonetos a la tierra que me habita. El premio de Socios de la Unión se fue a manos del poeta vallisoletano, José Luis Martín Cea con "Tierra viva".
Aquí poso "para la prensa", más chulo que un San Luis -pero por segunda vez, ya que la primera quedó fuera de plano- con lo que parece que quien hace la entrega de la flor natural sea yo, en lugar de recibirla.
Al fondo, tras el atril, la mantenedora del acto Carmen Millán.
Después de la lectura de los poemas ganadores la Agrupación Coral Ciudad de Valladolid bajo la batuta de Manuel del Castillo, puso al acto un hermoso broche sonoro.

miércoles, 6 de mayo de 2009

VENUS


(Foto: Santiago Redondo Vega)

Tuvo tiempo mi boca de humanizar tu calle
con esa ingenuidad con que se mienten los hombres por la noche
cuando ignoran que, a oscuras, les nublan las estrellas
sus endiosados brillos.

Y hablar de amor, de amar,
de inmiscuirme con palabras cercanas
en inercias sonoras y cómplices mitades
de esas musas que tienen por costumbre
cenar sándwich de pollo.

Y vestirte los labios de un poema de prosa
con pijama de eneldo,
y abastecer de versos el buffet insolvente
del hotel de la vida donde acuden
-siempre en media pensión y por sorpresa-
tu prudencia y mis hombros para darnos
cobertura de ketchup.

Y habilitar la arena de un sofá de caricias,
hasta hacerle helipuerto del menú de tus ingles vertebradas
-proverbial plato único-
de tus cinco platónicos sentidos
con silencios de nata.

Y beberte infusiones logarítmicas
neperianas de adelfas,
como papel continuo,
como logia pictórica y prosaica
de secretos etílicos por tu esbelta cintura de cebolla.

Abiertamente, sí,
abiertamente, comer la noche dulce,
hablar de lo que llueve por marzo cuando escampa,
del cociente abisal con que les ríen
a las ninfas los pechos,
de lo alto que erizan sus pezones
los poemas explícitos,
de lo lejos que sueñan las gaviotas
cuando acercan mi boca migratoria a tu esquivo occidente.

Pero reptan tus uñas como garzas hiriéndome los sueños,
y se llenan mis brazos de tus iras de humanos petroglifos,
y hasta el alba me rompes la costumbre del cierzo de tu ojos,
de tu boca en mi boca;
y se enfría mi cena en la cubierta de tu monte de Venus.

martes, 5 de mayo de 2009

EN LA 42 FERIA DEL LIBRO DE VALLADOLID


(Foto: Mónica de Rozas)

Queda dicho que el pasado sábado los poetas del Grupo Poético Sarmiento recitamos poemas de nuestros últimos libros, dentro de la 42 edición de la Feria del Libro de Valladolid, escaparate literario para ubicar el verbo declamado en el saliente sonoro de la lírica castellana. Ni más ni menos que éso.

Boris Rozas, poeta vallisoletano integrante del grupo, hizo las veces de Maestro de Cremonia, y a su izquierda aparezco con la mirada herida en el papel impreso, el gesto implicado y adusto, y el sentimiento en la boca, aunque éste, no se me aprecie en la foto.

La ubicación suburbana de la Sala y la competencia del futbol -partido y hora- nos restaron audiencia, pero sólo la de los que ignoraban lo que se podían a perder. El resto, estuvieron todos. Doy fe.

viernes, 1 de mayo de 2009

NO ES PUTA LA PALABRA


(Foto: Extraída de la red, siento no saber identificar a su autor, figura en múltiples blogs)

No es puta la palabra cuando nace
sino la espuria voz de quien la abusa.

Su cuna es siempre virgen, siempre blanca,
hasta que una garganta la desnuda
y entonces ya no es dueña de su asombro,
se vuelve prisionera de la usura
por convertirla en bella, o libre, o grácil,
o lasciva, o pedante, o ruin, o abrupta;
si alumbrará su sol un sol de versos
o la asirá un cabrón por la cintura
la tumbará en un verbo de indecencia
y por diez putos euros la hará puta.

No es puta la palabra cuando nace,
ni siquiera al morir muere de puta.