domingo, 26 de febrero de 2012

INFRINGIDA LUZ (I)



Foto: Atardece en las bateas de la Ría de Aruousa (Pontevedra) Santiago Redondo Vega


I
La luz que enciende la palabra toda
es un edén promiscuo, una quimera,
una intuición de mar, una escalera
suburbana al confín de esta geoda

que convenimos mundo. Tan beoda
o tan serenamente pasajera
que aunque ansíe soñarse toda entera
nunca en lecho mortal duerme o se acoda.

La luz es un presagio, un armisticio
en la ablación de un beso; una atenuante;
un relincho, un latido, un artificio

hecho pasión humilde y desbordante.
Rascacielos o cueva, un edificio
con cimientos de amor apasionante.


Del poemario "Infringida Luz" 1º Premio de poesía Unión Artística Vallisoletana 2011.