martes, 2 de junio de 2009

URUEÑA, VILLA DEL LIBRO (VALLADOLID)


El pasado domingo 24 de Mayo, el sendero de la palabra nos acercó hasta Urueña, junto a los Montes Torozos vallisoletanos, para homenajear -como Grupo Sarmiento de Poesía- al fundador, al poeta y al amigo Andrés Quintanilla Buey, que nos dejó desnudos de sus versos hace casi un año.

Urueña, Villa del Libro por excelencia, primera española declarada como tal, amurallada, medieval, reedificada y reconvertida desde el campo hacia la cultura, que también es campo, que también florece.

Tiene Urueña el oficio del libro explicado y monitorizado, como aliciente para ser visitada; desde el origen, la materia prima que se comprime en papiro o en pergamino, la antigüedad clásica, pasando por la historia de los beatos, los aplicados amanuenses en arte de monasterio, la manufactura, la imprenta, la linotipia, y hasta el acabado final de ese oscuro objeto de deseo que es un libro abierto frente a los ojos precisos.

Y para los más prosaicos -que de todo ha de albergar este silencio a gritos- la visita al pueblo es un grato ejercicio, recorrer librerias y costumbres es gran activo y antes de desfallecer de aire puro, libertad y paisaje, arrimarse sabiamente al buen yantar de este pueblo, donde los restaurantes también saben leer -muy acertadamente- el gusto opíparo de sus visistantes.

Tiene Urueña muralla y magia y paisaje y costumbre y libros, muchos libros y el domingo 24 de Mayo, tuvo también -de viva voz- poesía.

http://www.diputaciondevalladolid.es/villadellibro/noticias.shtml?idboletin=1033&idseccion=4977&idarticulo=54334

2 comentarios:

Unknown dijo...

hermosa nota!!! hace desear a los lectores andar por ahi...bebiendo paisajes, experiencias, lecturas, poesìas, y visitar los restòs.
Un abrazo,
Alicia

Santiago Redondo Vega dijo...

El paisaje siempre es alma Alicia, y hasta la seca y llana Castilla se hace verde promontorio para edificar un castillo en sillares de libros y poemas. El paisaje y el paisanaje se condensan en esta Urueña renacida de literatua y vida.

Un abrazo y gracias por ponerme en este espacio una nota amable de incordura.