martes, 5 de abril de 2011

SENTADO SOBRE LA TARDE


Foto: Santiago Redondo Vega

Dije
querer sentar mis ojos
sobre el respaldo de la tarde fucsia
a ver pasar el tiempo; y me mentí,
me engañó la soberbia.
No era el tiempo, era yo,
quien discurría incauto a su través
mientras cruzaba sin pena ni gloria por la vida.
Escarmentado
he decidido no volver jamás
a sentarme en el quicio de lo ilógico.
Lo malo es que ahora soy
quizá un poco más sabio,
pero seguro
que más viejo y soberbio que hace apenas diez versos.

4 comentarios:

Bletisa dijo...

Pues seguramente un poco más soberbio que hace diez o doce versos....afortudadamente diría yo.
A Ver, rebobina.
Ver pasar el tiempo sin intervenir y cruzar sin pena ni gloria por la vida es una caca de vaca ¡que lo sepas!

Santiago Redondo Vega dijo...

Hola Bleti.
Estoy contigo. No vamos a soñarnos imprescindibles, ni importantes, pero al menos lo debemos ser para nosotros mismos. Y si uno no se aprecia a sí mismo ¿quien lo va a hacer? Por aquí pasamos una sola vez, de nuestra cuenta queda aprovechar el tiempo, en la medida que mejor creamos ¿o no? Lo de la reencarnación queda para otros.
Un abrazo.

Chus dijo...

Por que no mas sensible, mas humano, mas tierno.Perdona estos dos últimos meses no he dejado mis huellas en tu blog, por que el tiempo no me lo ha permitido, pero no por eso he dejado de visitarte, espero que a partir de ahora pueda hacerlo mas a menudo.
Un abrazo
Chus

Santiago Redondo Vega dijo...

No existe compromiso de paso, Chus, aunque se agradece y mucho; las huellas son de lo poco que dejamos los viajeros de la red.

Un abrazo.