martes, 4 de octubre de 2011

PLAYA SALINA

Foto extraída de: http://www.flickr.com/photos/liriodeluz03/2578801724/in/photostream


Estabas tan azul y tan callada, tan absorta y tan íntima, tan rendida a las olas del instinto que se perdió un soneto entre tus labios, se incendió, se hizo espuma. Las huellas de tus pies, descalzos y ateridos,  huirán después de ti, a abrazar el silencio en cualquier parte, a reinventar la luz, a hacerse isla, o a convertirse del todo y para nunca en rastro inútil de un cierto ayer salino. Si decides volver, llámame, escribe, di que has vuelto a nacer con cuerpo de sirena. 

4 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno dijo...

Qué bueno volver a leerte, Santiago, la espera ha merecido la pena, es un poema vívivo de imágenes sugerentes y originales.

También amor de colibrí es un poema ingenioso que me ha sacado una sonrisa por esa analogía que haces y ese buen uso de la ironía.

En definitiva que es un placer volver a leerte, un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

Muchas gracias Isabel por tu paso y tus palabras. Mirar un poco más allá de lo obvio es labor de cada uno.

Aquí andamos sí, poco pródigo pero latente.

Un abrazo.

Bletisa dijo...

Me gusta pasar por aquí de vez en cuando a sentir tu latido.
Yo dispersa pero latente también aunque con bradicardia.
Un abrazo.
Voy a leer otras poquitas cosas tuyas.

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Bleti por latir conmigo tan de cerca. Yo también lato a menudo en tu blog, aunque no lo diga siempre, siempre paso.

Un abrazo.