Foto: Santiago Redondo Vega
Esquivo itinerario
de
memoria vital, serpenteante,
que
hace noche en las calles de la sien
y amanece
en la arritmia
de
los ojos.
Gesto,
secuela
o daga
de
un camino que espera –embaucador-
la
presencia de un alguien que lo surque
dolorido
de mar,
convaleciente.
Sendero
intacto
donde
el final se sabe o se presume,
pero
esclavo del sueño de vivir
el
hombre insiste y, en su intriga,
le desmiente
y le acata.
Tiempo
de
un tiempo estrábico
atrapado
en relojes de intemperie.
4 comentarios:
Genial. Veo que sigues siendo el gran poeta de siempre. Abrazos.
Pues yo me animo. Te veo en cualquier recodo.
Un abrazo.
Milagros, te perdono la exageración, y además de agradecerte tu paso por aquí, aprovecho para felicitarte el año y desearte lo mejor. Nuncas es tarde.
Un abrazo
Empieza cuando quieras Amando, la vida como bien sabes, es un camino incierto plagado de certezas. Nos leemos, y ojalá nos veamos, por este mundo intacto que te digo.
Un abrazo y felicidad también para ti en este año nuevo.
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