sábado, 1 de noviembre de 2014

EL PASO DE LOS DÍAS



Foto: Santiago Redondo Vega

El paso de los días
se alimenta del ser de quien los vive,
o los repta, o los vuela, o los sumerge
en el tic-tac infame
de su reloj de arena.

De nada vale relegarlos al hueco atemporal
que dormita en las sombras,
o a la intemperie y solos, dejarlos macerar 
por si algún día el rastro
que abastece las hambres de su ego
los perdiese la pista.

Porque el paso del tiempo es aire equívoco,
sabe ser ruin, hiriente, sibilino,
y hace muescas de lluvia en los espejos
donde la piel escampa.

Y aun el olvido es fuego en sus arterias
que nos malea el cuerpo y la inocencia,
y hasta el alma es peaje
por el dolor gozoso de estar vivos.

La conclusión es siempre un mal augurio
por evidente y súbita.
Lo importante es vivir, y en todo caso,
esperar a que sean los poetas
quienes le pongan nombre al plebiscito.

4 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

Apañados, vamos, compañero, si hay que dejar esa nominación a los poetas.
Abrazos, siempre

Santiago Redondo Vega dijo...

Querido Amando, hombre de poca fe, mentira parece que te muevas entre versos. Tan humilde es la voz del poeta que se conoce a fondo, como dubitativa su voluntad de hierro ante lo obvio. Pocos gremios habrá tan a la greña, como el que agrupa a los poetas, pero aún así, tengamos confianza en el hombre mismo. Únicamente nos queda eso, o quizá ni eso siquiera, pero las utopías están ahí para incumplirse, porque sino perderían la condición de tales. Grítale al mundo cuanto quieras, pero bajito, muy bajito, que nadie te oiga, como mucho, que te lean. Otro abrazo para ti.

Athena dijo...

He disfrutado de leer tus letras.

Gracias por esta inspiración y por compartirlas...

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

Muchas gracias Athena por tu visita y tus palabras.