sábado, 27 de septiembre de 2008

SOLEDAD SOLA

Puesta de sol en una playa de Altea (Alicante)
Foto: Santiago Redondo Vega

Me tienes que creer cuando te miento
que nos hay más soledad que la que encuentra
refugio en las laderas de tu estío.
Que todas las espigas conscientes se han unido
en un mar de verdor incandescente,
-oblicua madurez-
contra tus labios.
Que no tienen tus calles más esquinas,
ni recodos de amor, ni de nostalgias,
que el beso arrinconado en un baúl
con que negaste mi fuego adolescente.
Hoy duermen en herrumbre de brasero
tus ganas de haber sido
mujer a fin de cuentas.
Fluye un tren que circunda soledades
y prescribe en andenes al sur de cualquier vida,
allí apeó mi amor sus latitudes
soñándose en tus pechos cada invierno,
pero en tu ácido no
se me heló el frío.
Y sola te desvives, sola olvidas,
sola arrastras la oscura certidumbre
de tu piel Soledad, blanca y flagrante.

No hay comentarios: