sábado, 18 de septiembre de 2010

RECUERDOS

Foto: Santiago Redondo Vega

Supimos que el silencio era un paisaje
de niebla y decepciones
anclado a la obviedad premiosa de los ojos
al decirnos la piel adiós de golpe
y oxidarnos la rabia
de aquéllos mil atrases que en noches de solsticio
endulzaron de herrumbre tu boca y mis abrazos.

Cadenas, libertad...,
eslabones con dientes que se cuelgan del cuello de los días
y alientan, desde el nunca y para siempre,
la mitad del dolor con que dolernos tanto.

Dos mitades de un sueño a contraluz
de naranjas y enebros
engarzado en acero de palabras
que ahora engulle -sobre una playa extinta- la irremediable química del óxido.

2 comentarios:

Isabel Moncayo Moreno dijo...

el recuerdo, habitante que se instala para dejar esa huella, que, a veces vuelve y se halla grata y otras holla en alguna arruga...
A mí, esos eslabones me llevan a un puerto encalmado.

Siempre encantada de pasar por tu espacio de poesía para después de cada silencio.

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

El encantado soy yo Isabel, por tu paso y por el trasfondo lúcido de tus pensamientos.

Un abrazo.