domingo, 21 de octubre de 2007

OTOÑO


Lágrimas blancas, vaho en los cristales
del llanto melancólico de octubre
y un rescoldo de niebla que no encubre
ocres sedientos de hojas autumnales.

Bufandas que se van, iris astrales,
tras risas infantiles, mar salubre,
y una cigüeña en fuga que descubre
nostalgias de recuerdos estivales.

Se respiran alientos con sotana
de un domingo vulgar, de vulgar sueño,
de rocío en la voz y en la ventana.

Y aunque añoro el verano con empeño
me grita irreverente esta mañana
que es Otoño la gracia de su dueño.

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