sábado, 28 de marzo de 2009

DEAMBULO POR AHÍ

Foto: Santiago Redondo Vega

Deambulo por ahí
-pienso que existo-
superponiendo el alma a los colores
que invocan mis sentidos sobre el plano inclinado
de la razón prosódica del mundo.

Me percibo en un yo
eremita y proclive
al color de la inercia que hace grises los días
y resume y reitera machacón y enfermizo
la nomenclatura hueca de las horas.

Para instalarse
en el rincón estrecho de un poema
no es necesario el mar más que soñado,
ni visitar París, con o sin Mayo,
basta una idea,
la percepción icónica del muérdago
donde imprimir la foto que nos traiga
el lugar más banal que la emoción recuerde.

9 comentarios:

Boris Rozas dijo...

Pocas veces deambulas entre verso y verso...por algo eres el mejor. Te echamos de menos ayer, amigo.

MiLaGroS dijo...

Tu poesia está muy cuidada y está llena de estética. Por eso a veces
deja con la boca abierta sin saber qué decir. Un abrazo. milagros

Luisa Arellano dijo...

Afinando, como ya es costumbre, afinando y dando siempre en la diana... qué pena no disponer de más tiempo para degustar y después tener una buena sobremesa.

Besito

Allek dijo...

preciosos textos..
hermosas fotografias...

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Boris por venir por mis lares. Tú si que eres grande, en todos los sentidos. Ya me entiendes.
Un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Milagros por tu visita y tu huella.
Uno trata de cuidar su poesía, su estética y a veces hasta su ética, aunque no siempre lo consigue. En cuanto a lo de tu boca, tu siempre sabes qué decir y lo que es más, lo dejas dicho.
Un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

Luisa, sabes muy bien que la poesía en una afinación del pensamiento propio en una pocas notas de lírica concéntrica. Como esa diana que tu dices presentir sobre la que yo apunto.

El tiempo no existe, las sobremesas son estados de la imaginación y, para eso, apenas un segundo...

Un abrazo.

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Allek por tu opinión crítica sobre lo que lees y observas. De espaldas a la vida (veo tu foto) también se advierte el aire.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Pues yo me instalo en esa idea tuya, Santiago... Precioso de veras. La nomenglatura hueca de las horas la dejas repleta con tus versos y con ese espléndido final. Te felicito, amigo. Sigo leyéndote, aunque ahora nos crucemos de forma menos frecuente.

Mi abrazo de siempre.
Venus