viernes, 11 de noviembre de 2016

BARCOS DE PAPEL



De tanto masticar
-sin digerir-
el tiempo que me obstina
me arrepiento en silencio de la estación que habito.

Vivo
mil calles más allá del autobús diario
-camino a la rutina-
que me apea en la vida insustancial
donde en mares de hastío claudican los cobardes.

Y apenas mis congéneres y yo
nos prestamos siquiera a interrumpir
el curso de los hechos,
aunque fuera tan solo en incordiar
la paz de los tiranos.

Y seguimos bogando en el absurdo
de creernos vivir, mientras morimos,
endiosados e ingenuos
en barcos de papel con anclas de alabastro.


Santiago Redondo Vega

domingo, 6 de marzo de 2016

OTROS VIENTOS


Paisaje: Anxo Gutiérrez

De los días la noche
es el espacio agreste y más preciado
donde se obstina en ser magia el silencio.

La memoria se encumbra perspicaz
y el recuerdo se aviva y pasa lista
a cada metro de mundo transcurrido.

La realidad desnuda la ficción
y en su deriva
desteje las palabras
donde se escudan la inquietud y el miedo
que provoca la vida a cada paso.                                                     

Es entonces la hora de mirarse
los días hacia adentro
e indagar en la luz con que interroga
-sin trampa ni cartón-
la cruda realidad que es noche abierta:
¿Para qué, por qué, de qué, con qué, con quién…,
con quién la soledad sino contigo?

Y tiembla la conciencia y su trasfondo
convirtiendo la brisa en vendaval
que hace noche en la mente,
hasta asirse a ese cabo de cordura
donde auparse y soñar
-tú sabes cómo-
con la brisa apacible de otros vientos.

miércoles, 27 de enero de 2016

DE PRINCESAS Y MITOS

Fotografía:Lazaroffotografia © Copyright.
Modelo:Laura Pineño Arrieta, Poeta.
No hace falta intuir que estás ahí
respirando palabras,
destilando la vida en las arterias
de un vetusto y maldito bar de copas
donde el tiempo atiborra y ennegrece
las venas de la tarde
con cerveza y adverbios.

No hace falta intuir que estás ahí
absorta en el nirvana
de un abismo perverso de poetas
que mienten por mentir,
acostumbrados
a convocar trasmundos
de princesas y mitos.

No hace falta intuir que está ahí,
ni desvelar siquiera
el secreto improbable de tu mente,                                                                                   
si basta con mirarte
las lunas que hacen noche en tus pupilas
y desnudan tu alma,
tu boca y tus cabellos.

O quizá sea mentira la distancia
de la foto a la piel,
porque emerja del verso un vendaval
que le levanta las faldas a la vida.