miércoles, 6 de mayo de 2009

VENUS


(Foto: Santiago Redondo Vega)

Tuvo tiempo mi boca de humanizar tu calle
con esa ingenuidad con que se mienten los hombres por la noche
cuando ignoran que, a oscuras, les nublan las estrellas
sus endiosados brillos.

Y hablar de amor, de amar,
de inmiscuirme con palabras cercanas
en inercias sonoras y cómplices mitades
de esas musas que tienen por costumbre
cenar sándwich de pollo.

Y vestirte los labios de un poema de prosa
con pijama de eneldo,
y abastecer de versos el buffet insolvente
del hotel de la vida donde acuden
-siempre en media pensión y por sorpresa-
tu prudencia y mis hombros para darnos
cobertura de ketchup.

Y habilitar la arena de un sofá de caricias,
hasta hacerle helipuerto del menú de tus ingles vertebradas
-proverbial plato único-
de tus cinco platónicos sentidos
con silencios de nata.

Y beberte infusiones logarítmicas
neperianas de adelfas,
como papel continuo,
como logia pictórica y prosaica
de secretos etílicos por tu esbelta cintura de cebolla.

Abiertamente, sí,
abiertamente, comer la noche dulce,
hablar de lo que llueve por marzo cuando escampa,
del cociente abisal con que les ríen
a las ninfas los pechos,
de lo alto que erizan sus pezones
los poemas explícitos,
de lo lejos que sueñan las gaviotas
cuando acercan mi boca migratoria a tu esquivo occidente.

Pero reptan tus uñas como garzas hiriéndome los sueños,
y se llenan mis brazos de tus iras de humanos petroglifos,
y hasta el alba me rompes la costumbre del cierzo de tu ojos,
de tu boca en mi boca;
y se enfría mi cena en la cubierta de tu monte de Venus.

12 comentarios:

Bletisa dijo...

Patidifusa me has dejado Santiago.
Siempre has tenido un gran dominio de las palabras pero me gusta mucho ese cambio que te voy notando, la introducción de algunas muy actuales que van haciendo menos clásico tu verso.

Me en-can-ta... sí señor. Es precioso.

Gracias, un beso.

Manolo Jiménez dijo...

Precioso poema, preciosa fotografía.

Es todo un lujo leerte.

MiLaGroS dijo...

¡ Que genial eres!. Pedazo de poeta. ¡ Que añadir más!. un abrazo. milagros

Anónimo dijo...

Excelentes tus versos, poeta. Un verdadero placer leerte.

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Bleti por tu paso y tus palabras. Una alegría que te gusten mis dislates de lo cotidiano a lo onírico y viceversa. La poesía se come con pan, ya lo sabes. No se si temerte más cuando alabas o cuando criticas. En ambos casos te temo mucho. Jajajaja.

Un abrazo amiga.

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Manolo por tu presencia y tu palabra. El lujo es el mío por tu paso por aquí.

Un saludo.

Santiago Redondo Vega dijo...

Eres una exagerada Milagros, sabes que las palabras están ahí, son de todos y de nadie a la vez; sólo tenemos que irlas cambiando de lugar y a veces -ingenuamente- parece hasta que las hubiéramos dejado bien colocadas. Los notarios y los poetas son los que más juegan con ellas, con distinto éxito, ya que unos dan fe de lo que otros sólo imaginan.

Un abrazo amiga.

Santiago Redondo Vega dijo...

Un saludo Salvador y agradecido por tu paso por aquí y por tus gratas palabras de compañero de versos.

Contigo.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, por tu premio en el XII Certamen del Cafe Compas.

Santiago Redondo Vega dijo...

Muchas gracias Anónimo, por lo que se ve estás muy bien informado.

Café Compás es un premio muy cotizado en el campo del relato corto y aunque me prodigo menos, también me gusta probar la prosa de vez en cuando. Parece que esta vez ha habido suerte.

Un saludo.

Luisa Arellano dijo...

Poesía en estado puro, Santiago.

Un beso enorme, poeta.

Santiago Redondo Vega dijo...

Gracias Luisa por tu ojo crítico, transparente de brillo lírico, aunque en este caso sea tu mirada benevolente y dulce.

Otro beso para ti.